Mi alma está en quiebra

sábado, octubre 27, 2007


Experiencias vividas de valor incalculable que te hacen soñar con un mundo diferente, que te desconectan de la realidad y hacen renacer en una utopía entrañable…transportándonos a lugares insospechados, jamás imaginados en lo cotidiano, creyendo en una verdad que nunca llegará….

Pero al verse envuelta en la magia del momento, se disfruta hasta el último instante regalado por la experiencia transformada en felicidad carnal, espiritual y del alma…un alma tan ansiosa de atención, comprensión, amor verdadero….

Y al verse embriagada de ese instante renovador, no le importa aventurarse a mar abierto, retando a las tormentas venideras después del impulso que tuvo por ser “feliz”…..

Sabe que la fuerza que ese momento mágico provee, bien valdrá la pena arriesgarlo todo e inclinarse a viento de esperanza y supervivencia de lo que vendrá después….

Finalmente lo vivido se atesora en el lugar mas seguro e imposible de ser erradicado por nadie, el único espacio que es solo nuestro, “nuestra mente”….

Podrán venir e invadir espacios, arrebatarnos fortunas, bienes materiales, pero los recuerdos quedan salvaguardados en nuestra mente y de ahí nadie podrá arrancarlos….

Convirtiéndose en el alimento del día a día del alma, en la esperanza de labrar un camino que nos lleve o por lo menos nos acerque a lograr convertir esos instantes en realidades que perduren por siempre en hechos de verdadero amor….

lunes, octubre 01, 2007

Intente quererte....


Una vez, no hace mucho tiempo, sentí que mi mundo se derrumbaba, creí que después de haber tenido la sensación del amor tan de cerca, después de haber tocado el mismo cielo con mis manos, de tenerlo todo y después perderlo, ya nada volvería a ser igual, y sí, nada fue igual, desperté del que creía que era un sueño dulce, encantador, apasionante, creí que se había convertido en la peor pesadilla de mi vida, sentí morir, pase el “duelo”, sí lloré, lloré mucho, pero resucité mis sentimientos, renací a mi nueva forma de vida, me acepté, decidí volverme a enamorar, sí, a ganar la única guerra que vale la pena, la de mi persona, a rescatarme a mi misma, a mi corazón, a mi esencia, amé a quien mas se lo merece, lo disfrute, le di su lugar….

Y a ti, si a ti es a quien le hablo, a ti, que me enseñaste la pasión, el “sabor” de la vida, el placer del sentir carnal, la entrega interminable del cuerpo, si tu, quien eres y serás siempre el “amante perfecto”, tienes y tendrás siempre mi agradecimiento a los bellos recuerdos, a esas interminables horas de pasión, al ejemplo de fuerza y sensatez, a tomar de la vida la emoción de sentirse “vivo”, a ti, todo el cariño y agradecimiento por siempre…

A ti, la comprensión, la escucha, el apoyo, el hombro para llorar, y las risas para compartir, si tu, que me estas quizá leyendo en este momento, a ti, gracias por todos estos años de caminar conmigo hombro con hombro, de darme la fe que necesito en cada momento de angustia, de enseñarme a apreciar el milagro de estar viva, si tu, que te has convertido en el ángel de mi existencia, gracias, muchas gracias…

Y a ti, que me has acompañado tantos años, a ti que a pesar de las vicisitudes, de los momentos amargos, de las situaciones que se volvieron en instantes insostenibles, que a pesar de eso, tu promesa de no “dejarme morir sola” la has cumplido, gracias a ti, que a pesar de saber que no leerás esto, de alguna manera estas enterado, gracias por haberme ayudado a tu modo a formarme, a crecer, a ser mujer, gracias por haber sido ese compañero que también creció conmigo, que también dejé frutos en ti, en tu persona, gracias por haberme dado esa semilla que hoy ilumina mi vida, por ser la estabilidad que se requiere para cumplir la misión encomendada.

A ustedes, a cada uno, a quienes dirijo estas letras, y que forman el complemento de mi persona como mujer, los amo, e irónicamente son el “ideal” que quisiera fundir en un solo ser y acompañarme de ustedes para el resto de mis días….